asando pepitas de marañón

 No estoy posteando tanto como me gustaría pero espero ponerme las pilas y ponerme juiciosa compartiendo mas recetas y vivencias. Esta transición que estamos viviendo esta larga y un poco complicada, creo que oficialmente llevo como ocho meses sin casa y eso me enreda bastante a lo que se refiere cocina jeje.

Esta vez les quiero compartir una primera vez para nosotros. Algo que me daba muchísima curiosidad y que les traigo aquí la versión asada de como sacar la pepita de marañón (cashews) de su cascara. Espero pronto encontrar la manera mas “cruda” de hacerlo para que no terminen tan tostadas como estas que hicimos.  Ya que preferimos consumirlas al natural!!

Estuvimos la semana pasada recorriendo un poco de la costa pacifica entre la península de Azuero y la zona de Mariato. Habrían tantos arboles de marañón y todos estaban llenísimos de frutos!  Este árbol es perenne y da frutos una vez al año. Estuvimos en el momento preciso así que recogimos unos cuantos y Ana, la dueña del hostal donde nos quedamos nos enseno como sacar la pepita al estilo tradicional.

La pepita esta rodeada por una doble cascara que contiene una resina fenólica alergénica, que se llama acido anacardico. Químicamente se relaciona con el urushiol que es la toxina que se encuentra en la hiedra venenosa. Es un potentísimo irritante de la piel por lo que no se puede abrir la cascara de la semilla así como así. Tradicionalmente lo asan para destruir la toxina. Les cuento en breve los pasos.

Se construye un fogón con tres piedras o ladrillos, usando leña como combustible, dicen que la leña de nance es el mejor.  Se enciende el fuego con la ayuda de unas hojas secas y ramitas y luego se pone encima una lata para echar encima las pepitas.

Con un palo de bambú Ana revolvió con tranquilidad las pepitas. Empezó a salir un humo bastante toxico que también libera de esa toxina así que había que tener cuidado de inhalarlo.

Las pepitas empezaron a liberar un aceite y ese aceite se prendió con muchísima combustión, ese era signo que ya estaban listas. Ana las tiro al piso y estaban totalmente carbonizadas. Pensé que ni una pepita había sobrevivido.

Cuando ya se habían enfriado un poco. Con la ayuda de una piedra y la superficie de un tronco me motive a pelar todas las pepitas. Algunas fueron perdida pero la mayoría se pudo rescatar y estaban deliciosas!!! Pepitas de marañón asadas artesanalmente que mas se puede pedir… Bueno espero que para la próxima logre sacarlas de la cascara sin tostar, es una entrada para investigar a fondo esta maravillosa pepita que me da las mejores alegrias cuando se trata de postres, leches y quesos veganos.